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El Ajedrez en la escuela

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Publicado por en en Cuentos y poesias

El Grupo "EL AJEDREZ EN LA ESCUELA" elajedrezenlaescuela.com

quiere hacerles partícipes del tercer concurso de "CUENTOS Y POESÍAS DE AJEDREZ"

BASES

Cuento de ajedrezEstá abierto a todas los internautas que deseen y quieran participar.

Puedes publicar en cómics, en poesía, en cuento o en cualquier género literario.

Enviar tu "imaginación" a esta dirección de correo:

apoloniodomingo@hotmail.com

Todos los artículos serán publicados en la web. Además como premio a la colaboración tendrán una suscripción gratuita a la página:

http://www.elajedrezenlaescuela.com

PLAZO DE PRESENTACIÓN: hasta el 11 de enero de 2018.

Saludos cordiales.

Apolonio Domingo.

AJEDREZ Y FANTASÍA

Jugando, jugando al ajedrez me divierto.
Cada vez que juego, me sumergiré en un mundo lleno de fantasía  con mi imaginación. 
Viviré una historia diferente de:
Indios y vaqueros, lucho contra dragones, rescato princesas, piratas o marineros
Haré deporte porque ejercito  la mente con objetivo contrario no me hagan jaque mate.
Autor: Fani Torres

Visitas: 4599
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Palacio de ajedrez 2 2Los cuentos y poemas que se mostrarán en este blog corresponden a trabajos realizados por alumnos, cuando en el CEIP Marpequeña, en el municipio de Telde en Gran Canaria, convocábamos el Concurso de Cuentos y Poesías de Ajedrez, encuadrado dentro del Proyecto de Innovación EducativaEl Ajedrez en la Escuela, que impartí durante varios cursos en dicho Centro.

Quizá puedan parecer trabajos con poco rigor literario, pero hay que tener en cuenta la edad de los alumnos que participaron en dicho proyecto. He preferido, por una cuestión más emocional que profesional, transcribirlos en su forma original.

¡Que disfruten su lectura! 

EL AJEDREZ ESPECIAL

Había un palacio

con un rey muy especial,

tenía un ejército

que no era ni normal.

El castillo de ajedrez 4Tenía ocho peones

que no miraban hacia atrás,

también don torres

muy difíciles de derrotar.

Había dos caballos

que caminaban muy formal,

y tenía dos alfiles

que en diagonal debían caminar.

El castillo de ajedrez 6Ahora les presento

lo que más debería importar,

el Rey y la Dama,

una pareja especial.

Este es el palacio

con un rey muy especial

y ahora me despido

como un mensajero real.

David A. Castillo Bolado, 4º B, C.P. León y Castillo. TELDE, GRAN CANARIA

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UN HERMOSO POEMA QUE PODEMOS UTILIZAR EN LA MATERIA DE ESPAÑOL PARA MOTIVAR A NUESTROS ALUMNOS A LA LECTURA

 Es una muestra de cómo llevar El ajedrez en nuestras aulas.

Si eres docente del Estado de Veracruz registra tu escuela en el programa de CAPIEB A.C.

El peón de ajedrez

Poema 1Me gusta mirar a la gente cuando juega al ajedrez.
Mis ojos siguen esos peones
que poco a poco encuentran su camino
hasta alcanzar la última línea.


Poema 2Ese peón avanza con tal soltura
que te hace pensar que llegando a esa línea
en ella comenzarán sus alegrías y recompensa.


Poema 3Encuentra muchos obstáculos en su camino.
Los poderosos lanzan sus armas contra él.
Los castillos le acometen con sus
altas almenas; dentro de sus campos
veloces jinetes pretenden con astucia impedir su avance,
y por todos lados, desde el campo enemigo
la amenaza avanza contra él.

Más sale indemne de todos los peligros
y alcanza triunfante la última línea.

Poema 4Con qué aires de victoria la alcanza
en el momento exacto;
qué alegremente avanza hacia su propia muerte.

Poema 5Porque al llegar a esa línea, el peón morirá,
todos sus afanes eran para esto.
Cae el Hades del ajedrez,
y de su tumba resucita
la reina que nos salvará.

Publicado por CAPIEB

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Publicado por en en Cuentos y poesias

Los cuentos y poemas que se mostrarán en este blog corresponden a trabajos realizados por alumnos, cuando en el CEIP Marpequeña, en el municipio de Telde en Gran Canaria, convocábamos el Concurso de Cuentos y Poesías de Ajedrez, encuadrado dentro del Proyecto de Innovación EducativaEl Ajedrez en la Escuela, que impartí durante varios cursos en dicho Centro.

Quizá puedan parecer trabajos con poco rigor literario, pero hay que tener en cuenta la edad de los alumnos que participaron en dicho proyecto. He preferido, por una cuestión más emocional que profesional, transcribirlos en su forma original.

¡Que disfruten su lectura! 

LAS PIEZAS DEL AJEDREZ

Poesía 2El rey es muy valiente

no se parece a ningún presidente

y se enfrenta a vida o muerte.

Poesía 1La dama en muy bella

como una estrella

y a los demás

la sangre altera.

Poesías 3El alfil 

es como un maniquí,

corre mucho

y es  muy flacucho.

Poesías 4La torre es muy mentirosa

se mueve con facilidad

y también muy fácil de atrapar.

Poesías 5El caballo es muy veloz

como un avión

y es muy fácil de manejar

cuando se trata de jugar.

Poesías 6El peón es muy difícil de matar

cuando ya movido está

y de su sitio no se podrá eliminar.

Lucía I. R. M. 6º CEIP Marpequeña, Telde Gran Canaria

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PRIMER CONCURSO DE CUENTOS Y POESÍAS ONLINE

EL AJEDREZ Y EL ETERNO DILEMA

"En un país muy lejano había un gran valle rodeado de montañas. En la cima de una montaña había un castillo de color blanco y, frente a él, había otro de color negro...

AJEDREZ Y ETERNO DILEMA 1Todas las mañanas al salir el sol, los habitantes de cada Castillo miraban al otro con cierta envidia. Un día llegaron a un acuerdo: se reunirían en un campo neutral para así conocerse entre vecinos.

Dispusieron un enorme espacio en el que alternaron cuadros blancos y negros, y se dispusieron unos y otros a cada extremo.

Los blancos tuvieron la idea de acercarse al rey negro para que los aceptase como súbditos y así vivir en ese preciado castillo; los negros interpretaron este masivo avance como un ataque y se pusieron a la defensiva.

AJEDREZ Y ETERNO DILEMA 3Se desencadenó una gran batalla, pero las blancas lograron imponerse y apresaron al rey de las negras, y junto a él marcharon al castillo negro. Los negros se fueron a vivir al castillo vacío blanco.

Siglos después y cada mañana al salir el sol… tanto las blancas como las negras, miran con pena y algo de envidia a su antiguo castillo y piensan en cómo conseguir una cita con sus vecinos y así poder conocerse.

Alfonso Sanz Toledano

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PRIMER CONCURSO DE CUENTOS Y POESÍAS ONLINE

EL ENFRENTAMIENTO ETERNO

        “En un país muy lejano había un gran valle rodeado de montañas. En la cima de una montaña había un castillo de color blanco y, frente a él, había otro de color negro”. Sus reinos estaban enemistados desde hacia tantos milenios ya, que no se acordaban sus descendientes del motivo que les llevo a odiarse hasta límites insospechados.

EL ENFRENTAMIENTO 1En medio de aquellas cimas nevadas  se levantaban frondosos árboles, y entre ellos crecían las flores más caprichosas que hubieran existido jamás, cubriendo con la hermosura de sus inmensos colores, la hierba que se dejaba vislumbrar en azotes parciales en los que la brisa, removía aquel paraje magnífico y lleno de grandiosidad.

        Pero todo era engañoso visto desde las elevadas nubes, dado que cada ciertas décadas, después de que se recuperasen ambos reinos de las embestidas que se causaban, por saberse quién de los dos debía gobernar aquel país de ensueño.

ENFRENTAMIENTO 3Retomaban las armas y la estrategia de los mayores cerebros al servicio de sus Reyes, comenzando a maniobrar con sus tropas en aquel campo que virgen nuevamente tras sanarse de las heridas sufridas en el pasado, volvían a padecer el paseo de unos infantes peones, que sacrificados en su esencia mínima, soñaban con alcanzar la realeza absoluta si con su sacrificio lograban romper la fortaleza estructural que protegía a las coronas vigilantes desde aquellos castillos  enrocados en lados opuestos, en los que se sentían en cierta medida protegidos de las afrentas que se producían en un terreno lleno de maniobras casi cuadriculadas basadas en las mismas líneas teóricas en las que se habían visto desembocando en el pasado, según contaban los últimos sobrevivientes de las mismas.

        ENFRENTAMIENTO 6La caballería marcaba entre relinchos de unos animales desesperados por verse nuevamente siendo los más sacrificados en esas luchas sin cuartel, donde dos contendientes lo daban todo, en busca del éxito definitivo de doblegar al enemigo según iban avanzando los movimientos estratégicos, en los que algunos compañeros de pie y otros que portaban entre sus manos la cruz de un mismo protector celestial, se veían tendidos entre una hierba floreada y pisoteada, o siendo arrastrados lejos del núcleo sangriento donde se concentraba lo más salvaje del enfrentamiento.

ENFRENTAMIENTO 7Terminando como meros espectadores del desenlace final, a esa cruda realidad en la que se veían acabando cada cierto tiempo, por un par de orgullosos monarcas, que creyéndose dominadores de todo lo que les rodeaba, olvidaban que el uno sin el otro, no tendrían sentido para existir, ni ellos ni sus mismos herederos al trono.

        Apenas quedaban en el campo de batalla, las suficientes unidades para decantar aquel duradero entuerto, en el que ambos se habían vuelto a encerrar de forma ensimismada, sin ver nada más allá de lo que en el valle se producía.

ENFRENTAMIENTO 8Ambos Reyes terminaron quedándose casi a solas, con un par de soldados que seguían peleando a muerte, pero sin conseguir ninguno de ellos, doblegar al otro bajo la furia de su acero. Siendo observados sin poder alcanzarles por sus creencias, por un par de miembros de la Iglesia, que sostenían entre sus manos los estandartes en los que se podían reflejar dentro de lados opuestos, y agotados por el devenir sin sentido de un viaje sin objetivos infieles a los que obligar a rendirse a sus creencias, y terminaron arrodillándose en señal de clemencia.

        ENFRENTAMIENTO 4Ambos Reyes apoyados en los hombros de sus amadas esposas, terminaron comprendiendo que no había mucho más que dar en aquella noche teñida de rojo, en el que algunas estrellas hacían un gran esfuerzo por dejarse contemplar por los pocos que tenían todavía ojos para ver.  Así que se encaminaron al centro de aquel paraje destruido de su frondosidad, donde litros de sangre vertida cubrían los pétalos de unas pobres flores mancilladas, atrapadas entre unas hierbas que aplastadas, servían de cementerio para las pocas maravillas naturales rendidas bajo los pies de unos infantes o las pezuñas de unos majestuosos caballos, que durante horas fueron rindiéndose a la evidencia de que la magia de aquel enfrentamiento, encontró también la gloria en un acuerdo de paz que esperaban fuese duradero.

ENFRENTAMIENTO 9Donde unas majestuosas torres, a pesar de encontrarse en ciertas ruinas, todavía servirían para resguardar a los pocos sobrevivientes, de cara a otro encuentro que les llevaría al mismo infierno, y al mismo resultado en el que se enfrentarían otros genios del tablero. Quizás sus hijos, o tal vez, sus nietos.

        Irún a, 18/12/2016.

        Autor: Ricardo Campos Urbaneja. 

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I PRIMER CONCURSO DE AJEDREZ ONLINE

CUENTOS Y POESÍAS DE AJEDREZ.

Castllo 3El Grupo "EL AJEDREZ EN LA ESCUELA" quiere hacerles partícipes de un nuevo concurso de "CUENTOS Y POESÍAS DE AJEDREZ"

El Grupo propone como inicio del cuento lo siguiente:

Castillo 1"En un país muy lejano había un gran valle rodeado de montañas. En la cima de una montaña había un castillo de color blanco y, frente a él, había otro de color negro...

Te corresponde seguir a ti.

Si te animas lo puedes enviar a esta dirección de correo:

apoloniodomingo@hotnail.com

Castillo 2Como premio a la colaboración todos los cuentos tendrán una suscripción gratuita a la página:

http://www.elajedrezenlaescuela.com

PLAZO DE PRESENTACIÓN: 10 de enero de 2017.

Saludos cordiales.

Apolonio Domingo.

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El amigo Óscar Tunales Cruz nos envía esta poesía. Espero que les guste.

Peón de Sí (poema de ajedrez)

Peón 1¿Qué tan grande es el universo?

¡Depende de la percepción del individuo!

Vida...muerte.

Decisiones, consecuencias, arrebatos y osadía.
Sacrificios incongruentes, amenazas latentes.

Si pudiese ser lo no se es, pero se sueña.
Quisiera ser un peón de ajedrez.

Aquel diminuto y fiel soldado, escudero y atrevido.
Aquel pequeño que nunca huye, que nunca retrocede.

Que no brinca sus obstáculos, por contrario los encara y los domina.
Que no teme por su tamaño ni por sus limitantes.

Peón 2Aquél que siempre va de frente.

Aquél que sueña con llegar a la octava línea,
pues solo así podrá regresar a casa, a su casilla de origen.

Convertido en galante caballo o en osado alfil.
En torre guardián o en dama valiente.

¿Quién dice que ninguna de las demás piezas fue primero un peón?
El rey mismo pudo ser un peón, sin miedo y sin complejos.

Sí, quisiera ser un peón en este ajedrez, en esta vida.

Un valiente, un atrevido que no teme a su destino.
Qué puede que muera en su intento, pero intenta.

¡Si! Un peón que no se limite a su naturaleza pasiva,
qué sea atrevido en sus actos y firme en sus ideales.

No importan las partidas que pierda.
¡No importa cuántas veces me capturen!

Peón 3Este peón algún día podría ser más que un rey.
¡Algún día podrá salir de su tablero
y encontrarle nuevas formas al universo!

Y este peón entonces tendrá su propio ajedrez.
Ninguna mano atrevida manejará su destino.

¡No dependerá de reglas ni paradigmas!
¡Será libre y entonces, se sentará frente a un tablero,
y comenzará su propia partida de ajedrez!

Peón 4De su mano dependerá el destino del rey, del caballo.
De la dama, del alfil. ¡De la torre, de más peones que,
al igual que él, luchan por convertirse en algo más que un rey!

Sí, por ahora soy solo un peón.

¡Pero ordenen las piezas, que el peón

está por comenzar su propia partida de ajedrez!

Autor: NasDlo 

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AJEDREZ

“Al ajedrecista, su ingenio lo asista”.

El juego maestro,
mágico ajedrez,
piezas de alabastro
tienen altivez.

Monarca la clave,
la reina lo sabe,
dos torres gemelas
serán sus estrellas.

Ajedrez 1Alfiles gloriosos,
poder con caballos,
peones enjundiosos
son grandes vasallos.

Partida de Dioses,
humanos sin poses,
en terso tablero,
partiendo de cero.

Con la inteligencia
de su quintaesencia.
usar el cerebro,
¡la mente celebro!

Ir multiplicando,
un ocho que brega, 
por ocho ganando,
cual buen estratega.

Ajedrez 2Son sesenta y cuatro
casillas alternas,
blancas que idolatro
mis negras fraternas.

En toda apertura
fuera la premura,
no desesperar,
pensar al actuar.

Estar concentrado,
bien posicionado,
evitando craso error,
ese “mate del pastor”.

Quien tiene talento
debe de triunfar,
el que estudia, atento,
no puede fallar.

Ajedrez 6Saber defender,
la meta es vencer;
luego, al atacar,
tacto destacar.

Ver para adelante
al retroceder,
practicar variantes,
nunca hay que ceder.

La dama preciosa,
grácil mariposa,
móvil, intuitiva,
a victoria aspira.

Táctica, estrategia,
perspicacia regia,
férrea iniciativa
rivales cautiva.

Ajedrez 5Emplear la conciencia,
bizarra experiencia,
el Rey proteger,
para no perder.

Respetar el tiempo,
sabio pasatiempo,
reloj, porque somos . . .
aliados de Cronos.

Tablas, fiel madera,
contrarios modera,
que no haya encono,
si llega abandono.

Enroque, gambito,
a triunfar te invito,
lograr jaque mate
al fin del combate.

Ajedrez 6Apretón de manos . . .
torneos de hermanos,
sin suerte, ni azar,
competir, gozar.

Ante la derrota,
alma queda rota,
tendrá que ser digna
para esta consigna:

Jugador de ciencia,
deporte y paciencia,
cuadrado fue cancha,
¿aceptas revancha?

Los Clubes formar,
la Unión afirmar,
¡por siempre ajedrez, 
. . . para la niñez!

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda 
México, D. F., a 13 de octubre del 2008
Dedicado a mi padrino, gran jugador de ajedrez, Don Rodolfo Galindo Arellano

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EL ALFIL

Alfil 3Es ágil y veloz

cada jugador posee dos.

Al inicio

en "c1" y "f1" los blancos estarán

y los negros en "c8" y "f8" esperarán.

Su diagonal, en color, deben recorrer,

porque si cambias, trampas has de hacer.

Alfil 2Si una pieza enemiga,

en su recorrido está,

él, si lo desea,

la puedo capturar.

Si quieres hacer "Fianchetto"

basta con que los coloques

en la diagonal del centro,

y ya está hecho.

Para que sea más eficaz,

ninguna pieza, en su recorrido, debe estar.

Cuando tengas que cambiar

procura que sea por otra igual.

Alfil 1Un consejo te voy a dar,

para que lo tengas siempre presente:

“Si al final de la partida,

al rival le queda uno con vida,

ésta no la tendrás perdida,

si colocas tus piezas en color diferente

donde no te pueda matar”

“Pero si al rival, aún le quedan los dos,

muy difícil lo tendrás,

ya que jaque mate recibirás”

Apolonio Domingo García del Rosario, profesor del CEIP Marpequeña, TELDE, GRAN CANARIA. Responsable del Proyecto "EL AJEDREZ EN LA ESCUELA"

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EL REY DEL AJEDREZ


La dfama y el rey 1Al rey le explicó su dama:
para que tú no te arriesgues
en el campo de batalla,
yo, tus defensas guardaré. 


Qué en este suelo de escaques,
se ha declarado una guerra,
comandada por sagaces
cholas con inteligencia.


Si alfiles son dos Quijotes
que a mi lado serpentean,
dislocadas van las torres,
celando a diestra y siniestra. 


La dama y el rey 3Los caballos retadores
hasta el campo ajeno llegan.


No hay piedad con los peones,
que sin remisión se entregan.


Las brunas ganan a veces,
y en otras, las claras ganan.


Mas, si fácil no se tiene
como zanjar la contienda,
un sensato acuerdo noble.


Dama y rey 4Los dos reyes pactan tablas
y así, nadie se somete.

Mª Eugenia Pereiro Barbero
Agosto 2016

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EL CABALLO

PoesíaEs una pieza muy extraña

pues te puede dar un susto,

si te engaña.

Al inicio,

los blancos en "b1" y "g1" estarán

y en "b8" y "g8" los negrosesperarán.

Caballo 4Es la única pieza que puede saltar,

y por encima de sus contrincantes atacar.

Si en casilla negra esperando está

a una blanca, formando una "L" debe brincar.

Sólo podrá capturar a la pieza que ocupe

la casilla donde él saltará.

Es mucho más eficaz en el centro del tablero,

porque, si un peón contrario quiere coronar,

él, con dos brincos, lo podrá capturar.

Poesía 22Cuando lo tengas que cambiar,

procura que sea por otro igual.

Y al final,

ayudado con tu rey

y alguna otra pieza más,

al rey contrario podré acorralar,

y jaque mate dar.

Apolonio Domingo García del Rosario, profesor de CEIP Marpequeña, TELDE, GRAN CANARIA. Responsdable del Proyecto "EL AJEDREZ EN LA ESCUELA" 

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LA TORRE

La torre 1Ocupando las esquinas

en sus puestos ya están,

en "a1"  y "h1" las blancas

se colocarán

y las negras en "a8" y "h8"

esperarán.

Sólo por columnas o filas

ellas se moverán.

La torre 3Podrán, si lo desean,

a cualquier pieza eliminar.

No las pongas en juego

desde el primer momento

porque pueden ser atrapadas

y pierdes un buen elemento.

Espera a que el juego

se desarrolle,

para que se puedan mover,

sin que otra pieza

las arrolle.

La torre 2Se protegen como buenas aliadas

si las colocas en columnas o filas

bien dobladas.

Cuando las tengas que cambiar

procura que sea por otra igual.

Protegiendo a un peón

que quiera coronar,

siempre detrás de él,

la debes colocar.

La torre 4Al final de la partida,

ésta no la tendrás perdida,

si en las filas segunda o séptima

están bien protegidas.

Y con la ayuda de tu rey

en pocas jugadas,

ten la seguridad,

que la partida

la tendrás ganada.

Apolonio Domingo García del Rosario, profesor del CEIP Marpequeña, TELDE Gran Canaria. Responsable del Proyecto "EL AJEDREZ EN LA ESCUELA"

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El amigo Óscar Tunales Cruz nos envía esta poesía. Espero que les guste.

LO LLAMAN EL JUEGO CIENCIA...
I
Juego ciencia 1Lo llaman el juego ciencia
y da mucho que entender,
y se juega con paciencia
para ganar o perder.
II
Niños, jóvenes y adultos
pueden jugarlo también,
y no existen los insultos
jugando de quien a quien.
III
Este juego no es de suerte
porque no es juego de azar,
sólo tienes que ponerte
y el tablero divisar.
IV
Juego ciencia 2El juego así lo compones
con un tablero de ley,
torre, alfil, caballo y rey
y delante ocho peones.
V
Y la dama es otra pieza
más valiosa en el tablero,
si se juega con destreza
se dará el golpe certero.
VI
Juego ciencia 3Ocho piezas y ocho peones
blancas y de color,
formando dos batallones
para vencer el mejor.
VII
Las blancas inician juego
las negras van al ataque,
las blancas juegan de nuevo
y las negras cantan "JAQUE".
VIII
Juego ciencia 4Y siguen los dos rivales
buscando ese "JAQUE MATE",
y si los dos son iguales
se produce un buen empate.
IX
El nombre correcto es tablas
cuando no hay un ganador,
en el juego si tu hablas
ya cometes un error.
X
Juego ciencia 5Yo no soy buen jugador
tampoco juego tan mal,
sólo basta de un error
que lo aproveche el rival.
XI
Me despido en el momento
y será hasta otra vez,
reconozco ese talento
que contiene el "AJEDREZ"

Bibianovsky

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Los cuentos y poemas que se mostrarán en este blog corresponden a trabajos realizados por alumnos, cuando en el CEIP Marpequeña, en el municipio de Telde en Gran Canaria, convocábamos el Concurso de Cuentos y Poesías de Ajedrez, encuadrado dentro del Proyecto de Innovación EducativaEl Ajedrez en la Escuela, que impartí durante varios cursos en dicho Centro.

Quizá puedan parecer trabajos con poco rigor literario, pero hay que tener en cuenta la edad de los alumnos que participaron en dicho proyecto. He preferido, por una cuestión más emocional que profesional, transcribirlos en su forma original.

¡Que disfruten su lectura! 

 

LA DAMA

LA DAMA 1Es la pieza más poderosa.

Se parece a una antigua diosa.

Al inicio,

estará, junto a mi rey colocada,

en la casilla "d1" señalada.

Por su gran movilidad

y por tener gran agilidad,

a cualquier casilla, sin saltar,

ella, veloz, se puede desplazar.

LA DAMA 2Dos alfiles y un caballo luchando

en valor, les va ganando.

Dos caballos junto a un alfil

valen menos, por su ardid.

Una torre, un alfil y un peón,

valen menos, por su gran corazón.

LA DAMA 3Es muy poderosa, no camina, ella corre;

pero vale más que un caballo y una torre.

Dos torres valen más

en una lucha desigual.

Está hecha para atacar

no la dejes nunca arrinconar.

Déjale libertad de movimiento

para que pueda atacar sin consentimiento.

Cuando la tengas que sacrificar,

procura que sea por otra igual.

LA DAMA 4Y al final,

si la pieza de la que hablamos

aún continúa a tu lado,

no tendrás dificultad en ganar

y al rey contrario matar.

Apolonio Domingo Gracía del Rosario, profesor de CEIP Marpequeña, Telde, Gran Canaria. Responsable del Prtoyecto en "AJEDREZ N LA ESCUELA"

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Los cuentos y poemas que se mostrarán en este blog corresponden a trabajos realizados por alumnos, cuando en el CEIP Marpequeña, en el municipio de Telde en Gran Canaria, convocábamos el Concurso de Cuentos y Poesías de Ajedrez, encuadrado dentro del Proyecto de Innovación EducativaEl Ajedrez en la Escuela, que impartí durante varios cursos en dicho Centro.

Quizá puedan parecer trabajos con poco rigor literario, pero hay que tener en cuenta la edad de los alumnos que participaron en dicho proyecto. He preferido, por una cuestión más emocional que profesional, transcribirlos en su forma original.

¡Que disfruten su lectura! 

 

EL REY

El rey 3Es lo que está en juego

cuando lo maten

habrá que empezar de nuevo.

Al inicio,

el blanco, en la casilla "e1"estará

y el negro en "e8" se colocará.

El rey 2Es un personaje majestuoso,

avanza en todas las direcciones

paso a paso, casilla a casilla,

no da saltos, camina respetuoso.

Para poder capturar,

a su enemigo debe vigilar;

y si una pieza no está defendida

ésta puede ser comida.

A su homónimo debe controlar;

pero nunca a su lado se podrá colocar.

Podrá ir a cualquier lado

hacia arriba o hacia abajo,

pero nunca se puede poner

en una casilla donde le puedan comer.

El rey 6Si no puedes avanzar

porque estás "ahogado",

otra partida has de comenzar

porque ésta ya ha terminado.

Cuando “jaque” recibas

tres cosas has de realizar:

HUIR”,”PROTEGER” o “CAPTURAR”

pero si ninguna puedes hacer,

la partida ya ha terminado

porque jaque mate” te han dado.

El rey 4Con tus torres puedes realizar

un juego muy singular:

dos pasos hacia la derecha o izquierda darás

y las torresa tu lado se colocarán.

Enroque largo” o corto” has conseguido

para estar aún más protegido.

Cuando te quede un solo peón

debes ganar la "oposición".

Y al final,

ganada tendrás la partida,

si avanzas con gallardía,

y atacas y defiendes con valentía.

Apolonio Domingo Garía del Rosario, prodesor de CEIP Marpeque. Responsable del Proyecto "EL AJEDREZ EN LA ESCUELA"

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Los cuentos y poemas que se mostrarán en este blog corresponden a trabajos realizados por alumnos, cuando en el CEIP Marpequeña, en el municipio de Telde en Gran Canaria, convocábamos el Concurso de Cuentos y Poesías de Ajedrez, encuadrado dentro del Proyecto de Innovación EducativaEl Ajedrez en la Escuela, que impartí durante varios cursos en dicho Centro.

Quizá puedan parecer trabajos con poco rigor literario, pero hay que tener en cuenta la edad de los alumnos que participaron en dicho proyecto. He preferido, por una cuestión más emocional que profesional, transcribirlos en su forma original.

¡Que disfruten su lectura! 

LOS PEOÑES

Somos ocho por bando.

Unos negros otros blancos.

El peón 3Al inicio,

los negros en la séptima ya estarán

y los blancos en la segunda se colocarán.

Un solo paso pueden dar

o dos, si desean avanzar.

El peón 4Nunca jamás podrán retroceder

y su columna han de recorrer.

En diagonal podrán capturar

y al enemigo eliminar.

El peón 1¡Si llegas a coronar

por una dama podrás cambiar!

Son fuertes si van ligados.

Son débiles si están doblados.

Son fuertes si están acompañados.

Son débiles si están bloqueados.

Al paso (a.p) podrás comer

si tus dominios quieren recorrer.

El peón 2Y al final,

si juegas  bien tu partida

ésta no la tendrás perdida,

si tienes más que mi contrincante

ya que ellos muy interesantes.

Apolonio Domingo García del Rosario, profesor de CEIP y responsable del Proyecto "EL AJEDREZ EN LA ESCUELA"

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Los cuentos y poemas que se mostrarán en este blog corresponden a trabajos realizados por alumnos, cuando en el CEIP Marpequeña, en el municipio de Telde en Gran Canaria, convocábamos el Concurso de Cuentos y Poesías de Ajedrez, encuadrado dentro del Proyecto de Innovación EducativaEl Ajedrez en la Escuela, que impartí durante varios cursos en dicho Centro.

Quizá puedan parecer trabajos con poco rigor literario, pero hay que tener en cuenta la edad de los alumnos que participaron en dicho proyecto. He preferido, por una cuestión más emocional que profesional, transcribirlos en su forma original.

¡Que disfruten su lectura! 

 

LOS JUEGOS OLÍMPICOS

 

       Olimpiadas de ajedrez 1Cuenta una antigua leyenda, que una vez en el país de los Blanquinegros, cada cuatro años se hacían los Juegos Olímpicos, en los que participaban dos reinos, el de los blancos y el de los negros.

         Todo empezó cuando el Rey negro recibió una carta del otro rey en la que decía, que ellos iban a ganar, como siempre. Es decir, que los blancos iban a perder.

         REY NEGRO.- ¡Maldita sea! Este hombre no para de  mortificar a los demás, aunque es verdad lo que dice.

         Olimpiadas de ajedrez 2DAMA NEGRA.- No te desanimes, creo que tenemos que darles un escarmiento, para que sepan, que ganar no es lo más importante sino participar.

         REY NEGRO.-Tienes toda la razón, ¿pero qué podemos hacer?

         DAMA NEGRA.-  Verás, he pensado que tu fiel servidora, es decir yo, les va a entrenar.

         Olimpiadas de ajedrez 4REY NEGRO.- ¿Tú? Eso no puede ser, tú no sabes.

         DAMA NEGRA.-Mira, he estado observando todas las tácticas que utilizan.

         REY NEGRO.- Está bien, tú los entrenarás.

         DAMA NEGRA.- ¡He, peones! Decidles a todos que hoy empezamos a entrenar.

         PEON NEGRO.-¿Tan pronto? Pero si siempre entrenamos los dos días antes.

         DANA NEGRA.- Pues sí, tenemos que darles un escarmiento, y además sólo nos queda una semana.

         Y así pasó el rato, cuando llegó la tarde todo empezó.

         Olimpiadas de ajedrez 3DAMA NEGRA.-Lo primero que les voy a decir es que el juego está en el centro, y no os rindáis aunque nadie os anime.

         CABALLO NEGRO.- ¿ Y quién nos va a entrenar?

         PEÓN NEGRO.- ¿Pero no te lo dije?

         CABALLO NEGRO.- No

         PEÓN NEGRO.- Pues no va a entrenar su Majestad.

        

Olimpiadas de ajedrez 5Y así pasaron los días

Segundo

Cuarto

Séptimo

... y llegó el día, todos estaban nerviosos menos el equipo de los negros, ellos estaban seguros de que iban a ganar, pero no para ser los mejores, sino para darles un escarmiento.

         ARBITRO.- En sus puestos, preparados, listos, ya.

         ALFIL NEGRO.-¡Tú , peón come a la Dama blanca que yo te protejo!

REY BLANCO.- ¡Aguantad! ¿Por qué nos van ganando? Eso no puede ser.

DAMA BLANCA.- ¡Socorro cariño! Me van a comer.

REY BLANCO.-Lo siento, cariño, pero si te ayudo me comen a mí.

Olimpiadas de ajedrez 6TORRE NEGRA.-  Yo sí que lo siento porque te comí, Rey blanco.

ARBITRO.- ¡Los ganadores han sido los negros.!

REY NEGRO.- Ves Majestad blanco, así es como nos sentíamos nosotros antes, esto lo hemos hecho para que vieran que el Ajedrez es un juego.

REY BLANCO.- Tienes razón, desde hoy nuestros reinos quedarán unidos para siempre.

Desde ese día fueron los jugadores de Ajedrez más famosos y más felices.

Amalia Tejedor 6º B.

 CEIP PRÍNCIPE DE ASTURIAS, (TELDE, GRAN CANARIA)

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LA CUESTIÓN DE LA DAMA EN EL ATAQUE MAX LANGE.


Cuento de Abelardo Castillo.

 
(De Antología de cuentos policiales argentinos (Jorge Lafforgue, antólogo, Alfaguara, Buenos Aires, 1997)

Enviado por el amigo y miembro del Grupo "EL AJEDREZ EN LA ESCUELA", Miguel Antonio González San Martín. Recomendamos su lectura y por cierto no imiten al protagonista.


Asesino 0"El hombre que está subiendo por la escalera en la oscuridad no es
corpulento, no tiene ojos fríos ni grises, no lleva ningún arma en el
bolsillo del piloto, ni siquiera lleva piloto. Va a cometer un asesinato,
pero todavía no lo sabe. Es profesor secundario de matemática, está en su propia casa, acaba de llegar del Círculo de Ajedrez y, por el momento, sólo le preocupa una cosa en el mundo. Qué pasa si, en el ataque Max Lange, las blancas transponen un movimiento y, en la jugada once, avanzan directamente el peón a 4CR. ¿A dónde va la dama? En efecto, ¿cómo acosar a esa dama e impedir el enroque largo de las piezas negras? Debo decir que nunca resonó satisfactoriamente ese problema; también debo decir que ese hombre era yo. Entré en mi estudio y encendí la luz. Mi mujer aún no había vuelto a casa esa noche, lo cual, dadas las circunstancias, me puso de buen humor. Nuestros desacuerdos eran tan perfectos que, podría decirse, habíamos nacido el uno para el otro. Busqué el tablero de ajedrez, reproduje una vez más la posición, la analicé un rato. Desde mi estudio se veía (todavía se ve) nuestro dormitorio: Laura se había vestido apurada, a juzgar por el desorden, o a último momento había cambiado de opinión acerca de la ropa que quería ponerse.
Asesino 2¿A dónde va la dama? Cualquier jugador de ajedrez sabe que muchas veces se analiza con más claridad una posición sí no se tienen las piezas delante. Me levanté y fui hacia su secretaire. Estaba sin llave. Lo abrí mecánicamente y encontré el borrador de la carta.
Estoy seguro de que si no hubiera estado pensando en esa trasposición de jugadas no lo habría mirado. Nunca fui curioso. Mi respeto por la intimidad ajena, lo descubrí esa noche, es casi suicida. Tal vez no me crean si digo que mi primera intención fue dejar ese papel donde estaba, sin leerlo, pero eso es exactamente lo que habría hecho de no haber visto la palabra puta. Laura tenía la manía de los borradores. Era irresoluta e insegura,
alarmantemente hermosa, patéticamente vacía, mitómana a la manera de los niños y, por lo que dejaba entrever ese borrador, infiel. Me ahorró la incomodidad de recordar en detalle esa hoja de cuaderno. 
Asesino 1("Sos mi Dios, soy tu puta, podés hacer de mí lo que quieras"),
Básteme decir que me admiró. O mejor, admiré a una mujer (la mía) capaz de escribir, o al menos pensar que es capaz de escribir 
semejante carta. La gente es asombrosa, o tal vez sólo las mujeres lo son.

 
No es muy agradable descubrir que uno ha estado casado casi diez
años con una desconocida, para un profesor de matemática no lo es. Se tiene la sensación de haber estado durmiendo diez años con la incógnita de una ecuación. Mientras descifraba ese papel, sentí tres cosas: perplejidad, excitación sexual y algo muy parecido a la más absoluta incapacidad moral de culpar a Laura. Una mujer capaz de escribir obscenidades tan espléndidas —de sentir de ese modo— es casi inocente: tiene la pureza de una tempestad. Carece de perversión, como un cataclismo.


Asesino 8Pensé, a dónde acorralar a la dama?


Quién y cómo podía ser el hombre capaz de desatar aquel demonio, encadenado hasta hoy, por mí a la vulgaridad de una vida de pueblo como la nuestra; pensé, con naturalidad, que debía vengarme. Guardé el papel en un bolsillo y seguí analizando el ataque Max Lange.


El avance del peón era perfectamente jugable. La dama negra sólo tenía dos movidas razonables: tomar el peón blanco en seis alfil o retirarse a tres caballo. La primera me permitía sacrificar una torre en seis rey; la segunda requería un análisis más paciente. Cuando me quise acordar había vuelto al dormitorio y había dejado el papel en el mismo lugar donde lo encontré.

 
Asesino 3La idea, completa y perfecta, nació en ese momento: la idea de matar a Laura. Esto, supongo, es lo que los artistas llaman inspiración. 
Volvía mi tablero. Pasó una hora.


—Hola —dijo Laura a mí lado—. ¿Ya estás en casa?
Laura hacía este tipo de preguntas. Pero todo el mundo hace este tipo de preguntas.

 
—Parece evidente —dije. Me levanté sonriendo y la besé.
Tal vez haga falta jugar al ajedrez para comprender cuánta inesperada gentileza encierra un acto semejante, si se está analizando una posición como aquella.

 
—Parece evidente —repetí sin dejar de sonreír—, pero nunca creas en lo demasiado evidente. Quizá éste no soy yo. Estás radiante, salgamos a comer.

 
Era demasiado o demasiado pronto. Laura me miraba casi alarmada.
Si alguna vez mi mujer sospechó algo, fue en ese instante brevísimo y anómalo.

 
—¿A comer?

 
—A comer afuera, a cualquier restaurante de la ruta. Estás vestida
exactamente para una salida así.

 
La mayoría de las cosas que aprendí sobre Laura las aprendí a partir de esa noche; de cualquier modo, esa noche ya sabía algo sobre las mujeres en general: no hay una sola mujer en el mundo que resista una invitación a comer fuera de su casa. Creo que es lo único que realmente les gusta hacer con el marido. Tampoco hay ninguna que después de una cosa así no imagine que el bárbaro va a arrastrarlas a la cama. Ignoro qué excusa iba a poner Laura para no acostarse conmigo esa noche: yo no le di oportunidad de usarla.
La llevé a comer, pedí vino blanco, la dejé hablar, hice dos o tres bromas inteligentes lo bastante sencillas como para que pudiera entenderlas, le compré una rosa y, cuando volvimos a casa, le pregunté si no le molestaba que me quedara un rato en mi estudio. Ustedes créanmelo: intriguen a la mujer, aunque sea la propia.
No debo ocultar que soy un hombre lúcido y algo frío. Yo no quería
castigar brutalmente a Laura sino vengarme, de ella y de su amante, y esto, en términos generales, requería que Laura volviera a enamorarse de mí. Y sobre todo requería que a partir de allí comenzara a hacer comparaciones entre su marido y el evidente cretino mental que la había seducido. Que él era un cretino de inteligencia apenas rudimentaria no me hacía falta averiguarlo, bastaba con deducir que debía ser mi antípoda. De todos modos, hice mis indagaciones. Investigué dónde se encontraban, con cuánta frecuencia, todas esas cosas. Se encontraban una vez por semana, los jueves. Ramallo es una ciudad chica. La casa donde se veían, cerca del río, quedaba más o menos a diez o quince cuadras de cualquier parte, es decir a unos dos o tres minutos en auto desde el Círculo de ajedrez.

 
Asesino 4Enamorar a mi mujer no me impidió seguir analizando el ataque Max Lange y evitar cuidadosamente jugar 11.P4CR en mis partidas amistosas en el Círculo, sobre todo con el ingeniero Gontrán o cuando él estaba presente. Antes una delicada explicación, a ver si alguien sospecha que este buen hombre era el amante de Laura. No. Gontrán sencillamente debía jugar conmigo antes de fin de año —lunes y jueves-—, el match por el campeonato del Círculo de Ajedrez, y yo sabía que, por complejas razones ajedrecísticas y psicológicas que no hacen al caso, aceptaría entrar, por lo menos una vez en el ataque Max Lange.

 
Hay un momento de la partida en que casi todo ajedrecista se detiene a pensar mucho tiempo. El ingeniero Gontrán era exactamente el tipo de jugador capaz de ponerse a meditar cincuenta minutos o una hora un determinado movimiento de la apertura. Lo único que a mí me hacía falta eran esos minutos. Casi una hora de tiempo, un jueves a la tarde: cualquiera de los seis jueves en que yo llevaría las piezas blancas. Claro que esto exigía saber de antemano en qué jugada exacta se pondría a pensar. También exigía saber que justamente los jueves yo jugaría con blancas, cosa que al principio me alarmó, pero fue un problema mínimo.
Conquistar a una mujer puede resultar más o menos complejo. La
mayoría de las veces es cuestión de paciencia o de suerte y en los
demás casos basta con la estupidez, ellas lo hacen todo. El problema es cuando hay que reconquistarla. No puedo detenerme a explicar los detalles íntimos de mis movimientos durante tres meses, pero debo decir que hice día a día y minuto a minuto todo lo que debía hacer.

 
Veía crecer en Laura el descubrimiento de mí mismo y su culpa como una planta carnívora, que la devoraba por dentro. Tal vez ella nunca dejó de quererme, tal vez el hecho de acostarse con otro era una forma invertida de su amor por mí, eso que llaman despecho. ¡Despecho! Nunca había pensado hasta hoy en la profunda verdad simbólica que encierran ciertas palabras. Me es suficiente pensar en esto, en lo que las palabras significan simbólicamente, para no sentir el menor remordimiento por lo que hice: en el fondo de mi memoria sigue estando aquella carta y la palabra puta. Dispuse de casi tres meses para reconquistar a Laura. Es un tiempo excesivo, si se trata de enamorar a una desconocida; no es mucho si uno está hablando de la mujer que alguna vez lo quiso. Me conforta pensar que reconstruí en tres meses lo que esta ciudad y sus rutinas habían casi demolido en años.

 
Asesino 5Cuando se acercaba la fecha de la primera partida con el
ingeniero Gontrán tuve un poco de miedo. Pensé si no me estaba
excediendo en mi papel de marido seductor. Vi otro proyecto de carta.
Laura ya no podía tolerar su dualidad afectiva y estaba por abandonar a aquel imbécil. Como satisfacción intelectual fue grande, algo parecido a probar la exactitud de una hipótesis matemática o la corrección de una variante; emotivamente, fue terrible. La mujer que yo había reconquistado era la mujer que su propio amante debía matar. El sentido de esta última frase lo explicaré después.

 
El sorteo de los colores resultó un problema mínimo, ya lo dije. La
primera partida se jugaría un lunes. Si Gontrán ganaba el sorteo
elegiría jugar esa primera partida con blancas: el noventa por ciento de los ajedrecistas lo hace. Si el sorteo lo ganaba yo, me bastaba elegir las negras.

 
Como fuera, los jueves yo llevaría las piezas blancas. Claro que
Gontrán podía ganar el sorteo y elegir las negras, pero no lo tuve en
cuenta; un poco de azar no le hace mal a la lógica.
El match era a doce partidas. Eso me daba seis jueves para iniciar el juego con el peón de rey: seis posibilidades de intentar el ataque Max Lange. O, lo que es lo mismo, seis posibilidades de que en la jugada once Gontrán pensara por lo menos cuarenta o cincuenta minutos su respuesta.

 
La primera partida fue una Indobenoni. Naturalmente, yo
llevaba las negras. En la jugada quince de esta primera partida hice un experimento de carácter extra ajedrecístico: elegí casi sin pensar una variante poco usual y me puse de pie, como el que sabe perfectamente lo que ha hecho. Oí un murmullo a mi alrededor y vi que el ingeniero se arreglaba inquieto el cuello de la camisa. Todos los jugadores hacen cosas así. "Ahora va a pensar", me dije. "Va a pensar bastante." A los cinco minutos abandoné la sala de juego, tomé un café en el bar, salí a la vereda. Hasta hice una pequeña recorrida imaginaria en mi auto, en dirección al río. Veinticinco minutos más tarde volví a entrar en la sala de juego. Sucedía precisamente lo que había calculado. Gontrán no sólo continuaba pensando sino que ni él ni nadie había reparado en mi ausencia. Eso es exactamente un lugar donde se juega al ajedrez: la abstracción total de los cuerpos. Yo había desaparecido durante casi media hora, y veinte personas hubieran jurado que estuve todo el tiempo allí jugando al ajedrez. Contaba, incluso, con otro hecho a mi favor: Gontrán podría haber jugado en mi ausencia sin preocuparse, ni mucho menos, por avisarme: nadie se hubiera preocupado en absoluto. El reloj de la mesa de ajedrez, el que marcaba mi tiempo, eso era yo.

 
Podía haber ido al baño, podía haberme muerto: mientras el reloj
marchara, el orden abstracto del límpido mundo del ajedrez y sus
leyes no se rompería. No sé si hace falta decir que este juego es
bastante más hermoso que la vida.

 
—Cómo te fue, amor —preguntó Laura esa noche.
—Suspendimos. Tal vez pierda, salí bastante mal de la apertura.
—Comemos y te preparo café para que analices —dijo Laura.
—Mejor veamos una película. Pasé por el video y saqué Casablanca.
Casablanca es una película ideal. Ingrid Bergman, desesperada y poco menos que aniquilada entre dos amores, era justo lo que le hacía falta a la conciencia de Laura. Lamenté un poco que el amante fuera Bogart. Debí hacer un gran esfuerzo para no identificarme con él. Menos mal que el marido también tiene lo suyo. En la parte de La Marsellesa pude notar de reojo que Laura lloraba con silenciosa desesperación. No está de más intercalar que aquélla no era la primera película cuidadosamente elegida por mí en los últimos tres meses. Mutilados que vuelven de la guerra a buscar a la infiel, artistas incomprendidos del tipo Canción inolvidable, esposas que descubren en la última toma que su gris marido es el héroe justiciero, hasta una versión del ciclo artúrico donde Lancelot era un notorio papanatas...

 
Una noche, no pude evitarlo, le pasé Luz de gas. Tampoco está mal
dar un poco de miedo a veces.

 
No analicé el final y perdí la suspendida. Las partidas suspendidas se jugaban martes y sábados, vale decir, sucediera lo que sucediese, los jueves yo jugaría con blancas.
Es curioso. Siento que cuesta mucho menos trabajo explicar un
asesinato y otras graves cuestiones relacionadas con la psicología del amor que explicar los ritos inocentes del ajedrez. Esto debe significar que todo hombre es un criminal en potencia, pero no cualquiera entiende este juego.

 
El jueves jugué mi primer P4R. Gontrán respondió en el acto con una Defensa Francesa. No me importó demasiado. Lo único que ahora debía preocuparme era que Gontrán padeciera mucho. Debía obligarlo a intentar un peón rey en alguno de los próximos jueves. Cosa notable: en la jugada doce (jugué un ataque Keres), fui yo quien pensó sesenta y dos minutos. Cuando jugué, me di cuenta de que Gontrán se había levantado de la mesa en algún momento. Sesenta y dos minutos. Cuando el ingeniero reapareció en mi mundo podía venir de matar a toda su familia y yo hubiera jurado que no había abandona su silla.

 
Era otra buena comprobación, pero no me distrajo. Puse toda mi
concentración en la partida hasta que conseguí una posición tan
favorable que se podía ganar a ciegas. En ese momento, ofrecí tablas.
Hubo un murmullo, Gontrán aceptó. Yo aduje más tarde que me dolía la cabeza y que temía arruinar la partida. Había conseguido dos cosas: seguir un punto atrás y hacer que mi rival desconfiara de su Defensa Francesa. Esto le daría ánimos para arriesgarse, por fin, a entrar en el Max Lange.

 
El lunes volvió a jugar peón dama y yo no insistí con la Indobenoni.
Esto significaba: No hay ninguna razón, mi querido ingeniero, para
probar variantes inseguras, carezcamos de orgullo, intentemos nuevas aperturas. Significaba: Si yo no insisto, usted está libre para hacer lo mismo. Tablas. El miércoles me anunciaron que Gontrán estaba enfermo y que pedía aplazamiento hasta el lunes siguiente. Esto es muy común en ajedrez. Sólo que en mi caso significaba un desastre. Los colores se habían invertido. Los lunes yo jugaría con blancas. El lunes me enfermé yo y las cosas volvieron a la normalidad. Cuando llevábamos siete partidas, siempre con un punto atrás, supe que por fin ése era el día.

 
Jugué P4R. Al anotar en la planilla su respuesta, me temblaba la mano: P4R. Jugué mi caballo de rey y él su caballo de
dama. Jugué mi alfil y él pensó cinco minutos. Jugó su alfil. Todo iba bastante bien: esto es lo que se llama un Giucco Piano. Digo bastante bien porque, en ajedrez, nunca se está seguro de nada. Desde esta posición podíamos o no entrar en el ataque Max Lange. Pensé varios minutos y enroqué. Sin pensar, jugó su caballo rey; yo adelanté mi peón dama. Casi estábamos en el Max Lange. Sólo era necesario que él tomara ese peón con su peón, yo avanzara mi peón a cinco rey y él jugara su peón dama: las cuatro jugadas siguientes eran casi inevitables. Sucedió exactamente así.
Escrito, lleva diez líneas. En términos ajedrecísticos, para llegar a esta posición debieron descartarse cientos, miles de posibilidades. Estaba pensando en esto cuando me tocó hacer la jugada once. Yo había preparado todo para este momento, como si fuera fatal que ocurriera, pero no tenía nada de fatal. Que Laura fuera a morir dentro de unos minutos era casi irracional. Mi odio la mataba, no mi inteligencia. Sé que en ese momento Laura estuvo por salvar su vida. Jugué mi peón de caballo rey a la cuarta casilla no porque quisiera matarla sino porque, aun hoy, pienso que ésa es la mejor jugada en semejante posición. Casi con tristeza me puse de pie. No me detuve a verificar si Gontrán esperaba o no esa jugada.
Unos minutos después había llegado a la casa junto al río.
Dejé el auto en el lugar previsto, recogí del baúl mi maletín y caminé hasta la casa. Los oí discutir. Golpeé. Hubo un brusco silencio. Asesino 6Cuando él preguntó quién es, yo dije sencillamente:
—El marido.

 
En un caso así, un hombre siempre abre. Qué otra cosa puede hacer.
Entré. 
—Vos —le dije a Laura— te encerrás en el dormitorio y esperás.
Cuando él y yo quedamos solos abrí el maletín. El revólver que saqué de ahí era, quizá, un poco desmedido; pero yo necesitaba que las cosas fueran rápidas y elocuentes. No sé si ustedes han visto un Magnum en la realidad. Se lo puse en el cuenco de la oreja y le pedí que se relajara.

 
—No vine a matarlo, así que ponga atención, no me interrumpa y
apele a toda su lucidez, si la palabra no es excesiva. No vine a matar a nadie, a menos que usted me obligue. Escúcheme sin pestañear porque no voy a repetir una sola de las palabras que diga. En ese maletín tengo otro revólver, más discreto que éste. Con una sola bala. Usted va a entrar conmigo en el dormitorio y con ese revólver va a matar a Laura. No abra la boca ni mueva un dedo. A un abuelo mío se le escapó un tiro con un revólver de este calibre y le acertó a un vecino: por el agujero podían verse las constelaciones. Usted mismo, excelente joven, va a matar a mi mujer. Ni bien la mate, yo lo dejo irse tranquilamente adonde guste. Supongamos que usted es un romántico, supongamos que, por amor a ella, se niega. Ella se muere igual. No digo a la larga, como usted y como yo; digo que si usted se niega la mato yo mismo. Con el agravante de que además lo mato a usted. A usted con el revólver más chico, como si hubiera sido ella, y a ella con
este lanzatorpedos. Observará que llevo guantes. Desordeno un poco la casa, distribuyo la armería y me voy. Viene la policía y dice: Muy común, pelea de amantes. Como en Duelo al sol, con Gregory Peck y Jennifer Jones. Mucha alternativa no tiene; así que vaya juntando coraje y recupere el pulso. Déle justo y no me la desfigure ni la haga sufrir. Le aconsejo el corazón, su lugar más vulnerable. El revolvito tiene una sola bala, ya se lo dije; no puedo correr el riesgo de que usted la mate y después, medio enloquecido, quiera balearme a mí. Cállese, le leo en los ojos la pregunta: qué garantías tiene de que, pese a todo, yo no me enoje y lo mate lo mismo. Ninguna garantía; pero tampoco tiene elección. Confórmese con mi palabra. No sé si habrá oído que el hombre mata siempre lo que ama; yo a usted lo detesto, y por lo tanto quiero saber durante mucho tiempo que está vivo. Perseguido por toda la policía de la provincia, pero vivo. Escondido en algún pajonal de las islas o viajando de noche en trenes de carga, pero vivo. A ella la amamos, usted y yo. Es ella a quien los dos debemos matar. Usted es el ejecutor, yo el asesino. Todo está en orden. Vaya. Vaya, m'hijo.
La escritura es rara. Escritas, las cosas parecen siempre más cortas o más largas. Este pequeño monólogo, según mis cálculos previos,
debió durar dos minutos y medio. Pongamos tres, agregando la
historia del Magnum del abuelo y alguna otra inspiración del
momento. No soy propenso a los efectos patéticos. Digamos simplemente que la mató. Laura, me parece, al vernos entrar en el dormitorio pensó que íbamos a conversar. Yo contaba con algo que efectivamente ocurrió: una mujer en estos casos evita mirar a su amante y sólo trata de adivinar cómo reaccionará su marido. Yo entré detrás de él, con el Magnum a su espalda, a la altura del llamado hueso dulce. Ella misma, mirándome por encima del hombro de él, se acercó hacía nosotros. El metió la mano en el bolsillo. Ella no se dio cuenta de nada ni creo que haya sentido nada.
—Puedo perder tres o cuatro minutos más —le dije a él cuando
volvimos a la sala—. Supongo que no imaginará que puede ir con una historia como ésta a la policía. Nadie le va a creer. Lo que le aconsejo es irse de este pueblo lo más rápido posible. Le voy a decir cuánto tiempo tiene para organizar su nueva vida. Digamos que es libre hasta esta madrugada, cuando yo, bastante preocupado, llame a la comisaría para denunciar que mi esposa no ha vuelto. El resto, imagíneselo. Un oficial que llega y me pregunta, algo confuso, si mi mujer, bueno, no tendría alguna relación equívoca con alguien. Yo que no entiendo y, cuando entiendo, me indigno, ellos que revisan el cuarto de Laura y encuentran borradores de cartas, tal vez cartas de usted mismo.

 
Asesino 7Mañana o pasado un revólver con sus huellas, las de usted, que
aparece en algún lugar oculto pero no inaccesible. Espere, quiero
decirle algo. Un tipo capaz de matar a una mujer como Laura del
modo en que lo hizo usted es un perfecto hijo de puta. Váyase antes de que le pegue un tiro y lo arruine todo. Se fue. Yo también.


Gontrán, en el Círculo, seguía pensando. Habían pasado treinta y siete minutos. Gontrán pensó diez minutos más y jugó la peor. Tomó el peón de seis alfil con la dama, y yo, sin sentarme siquiera, moví el caballo a cinco dama y cuando él se retiró a uno dama sacrifiqué mi torre. La partida no tiene gran importancia teórica porque, como suele ocurrir en estos casos. El ingeniero, al ir poniéndose nervioso, comenzó a ver fantasmas y jugó las peores. En la jugada treinta y cinco detuvo el reloj y me dio la mano con disgusto, no sin decir:

 
—Esa variante no puede ser correcta.

 
—Podemos intentarla alguna otra vez —dije yo. A las tres de la mañana llamé a la policía.

 l
No hay mucho que agregar. Salvo, quizá, que Gontrán no volvió a
entrar en el Max Lange, que el match terminó empatado y el título
quedó en sus manos por ser él quien lo defendía. De todos modos, ya no juego al ajedrez, A veces, por la noche, me distraigo un poco
analizando las consecuencias de la retirada de la dama a tres caballo, que me parece lo mejor para las negras".

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Los cuentos y poemas que se mostrarán en este blog corresponden a trabajos realizados por alumnos, cuando en el CEIP Marpequeña, en el municipio de Telde en Gran Canaria, convocábamos el Concurso de Cuentos y Poesías de Ajedrez, encuadrado dentro del Proyecto de Innovación EducativaEl Ajedrez en la Escuela, que impartí durante varios cursos en dicho Centro.

Quizá puedan parecer trabajos con poco rigor literario, pero hay que tener en cuenta la edad de los alumnos que participaron en dicho proyecto. He preferido, por una cuestión más emocional que profesional, transcribirlos en su forma original.

¡Que disfruten su lectura! 

EL CABALLO IMPORTANTE

Caballo 1EL CABALLO IMPORTANTE

ES MUY ELEGANTE.

CON SU CHAQUETA

Y SU COLGANTE.

CUANDO JUEGA

AL AJEDREZ,

Caballo 3SIEMPRE JUEGA

AL REVÉS.

SIEMPRE JUEGA EN “ELE”

Y COME MUCHAS PIEZAS,

Y POR ESO LE DUELE

DEMASIADO LA CABEZA.

NOMBRE: Judit Padrón León

Curso: 3º CP. Marpequeña, TELDE. GRAN CANARIA

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