Los cuentos y poemas que se mostrarán en este blog corresponden a trabajos realizados por alumnos, cuando en el CEIP Marpequeña, en el municipio de Telde en Gran Canaria, convocábamos el Concurso de Cuentos y Poesías de Ajedrez, encuadrado dentro del Proyecto de Innovación Educativa El Ajedrez en la Escuela, que impartí durante varios cursos en dicho Centro.
Quizá puedan parecer trabajos con poco rigor literario, pero hay que tener en cuenta la edad de los alumnos que participaron en dicho proyecto. He preferido, por una cuestión más emocional que profesional, transcribirlos en su forma original.
¡Que disfruten su lectura!
LA IGUALDAD
Hace años, muchos años, en un pueblo llamado “El tablero”, había muchos habitantes. Ellos pintaban sus pequeñas casitas de colores blancos y negros alternativamente. Eran sesenta y cuatro casitas y de todas ellas sólo treinta y dos estaban habitadas, porque poco a poco los demás habitantes habían desalojado el terreno de aquel pequeño pueblo, por lo que se quedó todo el medio vacío. En un lado se quedaron todos los habitantes negros, y en otro lado del terreno se quedaron todos los blancos.
Los negros querían que los blancos se fueran porque imitaban todos sus movimientos: si el Sr. Torre vivía en la primera casa y la Sra. Torre en la última de la derecha; así lo hacían ellos; si hacían los establos para los Caballos en el segundo y penúltimo terreno ellos lo igualaban, pusieron a sus sirvientes, el Sr. y la Sra. Alfil en la tercera y sexta casa, los blancos también lo hacían así, el Rey y la Dama ocuparon la cuarta y quinta casita y aprovechando que les tocó al lado, se hicieron un gran palacio, y por último, en las casas de delante vivían los bufones del Rey, llamados Peones, eran ocho y todos estaban ocupados.
En cambio, los blancos querían también deshacerse de los negros, echarlos para siempre, no volverlos a ver por la misma situación, porque ellos imitaban sus movimientos, o sea, la Torre siempre caminaba en recto pues el Rey mandaba a sus Torres a caminar siempre en recto, los Caballos galopaban en forma de “ele”, pues los del Rey negro también, los señores Alfiles siempre inclinados por el terreno que les toque, si es blanco por el blanco y si es negro por el negro, la Dama por tener la obligación de comprar puede caminar en todas direcciones, horizontal, vertical y diagonal, y pude pasar por todas las casas que quiere, visitando a sus habitantes para obtener su voto en este pequeño enfrentamiento, incluso a sus bufones o como quieran llamarlos, peones, que también iban siempre de casa en casa, pero éstos para divertir a los habitantes de aquel pequeño pueblo podían dar un salto de dos casas de una sola vez; pero siempre tienen que ir hacia las casas de adelante sin poder retroceder. Todos los movimientos eran representados igualmente por el bando negro, con las mismas normas y condiciones que el blanco. Además los negros pusieron una nueva condición: -“si el Rey y la Torre no se han movido y en medio no hay habitantes, pueden cambiarse de casa” - dijo la Dama.
También lo copiaron poniéndole el nombre de “ENROQUE”.
Así estuvieron años hasta que se cansaron y se formó una guerra con los del bando contrario (tanto blancos como negros).
Ellos sólo querían dejar prisionero al Rey, a esto le llamaron Jaque y cada vez que algún habitante amenazaba al Rey éste decía “Jaque” para moverse o que lo cubrieran los de su bando.
Lo hacían para que sus habitantes desalojaran el terreno, pero ninguno de los dos bandos se rendía.
Los dos Reyes, tanto blancos como negros, no querían compartir su terreno con el bando contrario pero como empataron o quedaron en tablas no les quedó más remedio que compartir el terreno.
NOMBRE: Fayna Quintana Monzón
Curso: 7º